El Colegio Tierras del Sur nació como una institución de educación privada arancelada en 2004. Cuatro años más tarde, en 2012, sus administradores solicitaron apoyo económico al Estado provincial para continuar, debido a profundas dificultades para sostener su funcionamiento. Como alternativa, el Ministerio de Educación y Derechos Humanos ofreció hacerse cargo de los costos y deudas. Fue así que convirtió al colegio en dos escuelas estatales: una de Nivel Primario, con un anexo de Nivel Inicial, y otra de Nivel Secundario. Este ofrecimiento fue aceptado por los entonces administradores. En ese momento, por consideración a trabajadores y familias, que oportunamente habían elegido esa propuesta pedagógica, se planteó un tiempo de transición hasta aplicar la normativa de la escuela estatal. Esa transición, planteada clara y públicamente en Resolución del Consejo Provincial de Educación, tuvo como objetivo evitar un cambio drástico y promover la adecuación paulatina de la comunidad educativa al nuevo encuadre. Desde entonces, la Provincia se hizo cargo del sostenimiento de los salarios y del alquiler del edificio. En 2014, se consideró que era el momento para completar el pasaje al formato estatal, pero hubo actores de la comunidad que solicitaron prórroga. El Ministerio de Educación y DDHH mantuvo una escucha atenta y un diálogo abierto, decisión que se tradujo en un año más de experiencia educativa. En la actualidad, la escuela posee la siguiente matrícula: Nivel inicial, 50; Nivel Primario, 122; y Nivel Secundario, 115. Un total de 287 niños, niñas y adolescentes. Los docentes se eligen por listado de las Juntas de Clasificación, no así los equipos directivos, que han permanecido en sus cargos por la elección realizada en la época de institución arancelada. Teniendo en cuenta todos los elementos para la toma de decisiones, la Dirección General de Educación lleva a cabo instancias de trabajo conjunto con el propósito de concretar en plenitud la condición de escuela estatal en 2016. Esto implicará, para cada nivel, el traslado a otro edificio escolar. "Una escuela es un espacio privilegiado para el encuentro, para el logro de aprendizajes significativos, para la construcción de ciudadanía. El traslado a otro edificio, un edificio escolar público, nunca podría ser un obstáculo para los principios de una educación inclusiva y de calidad", sostuvo la ministra de Educación y DDHH, Mónica Silva.