La Educación Domiciliaria y Hospitalaria se erige como un pilar fundamental en la garantía del derecho a la educación para aquellos/as estudiantes que, debido a desafíos de salud, encuentran dificultades para asistir regularmente a una institución educativa. 

Esta modalidad tiene como eje principal el cuidado integral de los/las estudiantes, busca crear un entorno educativo que se adapte a las circunstancias particulares de cada estudiante, permitiendo la continuidad de sus estudios y resguardando sus trayectorias escolares.

Desde la pedagogía del cuidado, la Educación Domiciliaria y Hospitalaria se concibe como una herramienta que va más allá de la mera transmisión de conocimientos. Se trata de un compromiso activo con la salud, el desarrollo personal y la inclusión educativa. La atención personalizada y la adaptabilidad a las diversas etapas educativas se convierten en pilares fundamentales, facilitando la reincorporación de los/las estudiantes en el sistema educativo presencial una vez superadas sus dificultades de salud.

 
Esta iniciativa se organiza de manera transversal a los niveles de la escolaridad obligatoria y a otras modalidades educativas, enfatizando la importancia de mantener las trayectorias escolares de manera integral. De esta manera, la Educación Domiciliaria y Hospitalaria se convierte en un ejemplo tangible de cómo la pedagogía del cuidado puede transformar la experiencia educativa, colocando a los/las estudiantes en el centro de un entorno educativo que valora su bienestar y su desarrollo global.

La Educación Rural se erige como un compromiso sólido con el ejercicio del derecho social a la educación y la escolaridad para los/las niños/as, adolescentes, jóvenes y adultos/as que residen en las zonas rurales.
En su carácter transversal a todos los niveles educativos y en estrecha articulación con otras modalidades del Sistema Educativo provincial, la Educación Rural tiene como principal objetivo asegurar la igualdad de oportunidades. Su enfoque se centra en sostener y acompañar las trayectorias escolares continuas y completas de todos/as los/as estudiantes rionegrinos que habitan en el ámbito rural y rural disperso. Esta modalidad busca nutrir y potenciar las habilidades y competencias de los/las estudiantes, reconociendo la diversidad de modelos y formatos organizacionales presentes en estas áreas. La Educación Rural se presenta como un puente entre la riqueza cultural y las oportunidades contemporáneas.

 
En un esfuerzo constante por mejorar y adaptarse a las necesidades cambiantes, la Educación Rural se consolida como un agente de inclusión y equidad. A través de su presencia en las zonas rurales y dispersas, se propone no sólo como un medio educativo, sino como un facilitador esencial para el crecimiento sostenible de estas comunidades.