Publicado: 22/06/2015
DDHH LAMENTA EL FALLECIMIENTO DE ELSA SÁNCHEZ, ABUELA DE PLAZA DE MAYO
La Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Educación rionegrino lamenta profundamente el fallecimiento de Elsa Sánchez de Oesterheld, ocurrido el sábado, y acompaña en el dolor a su familia así como a la agrupación Abuelas de Plaza de Mayo, de la cual formaba parte.
La vida de Elsa Sánchez estuvo atravesada por el horror y la tragedia que golpeó a nuestro país durante la última dictadura cívico-militar de 1976 a 1983, la que en menos de dos años se llevó a casi toda su familia. Elsa fue madre de cuatro niñas y mujer del escritor Héctor Germán Oesterheld, creador de "El Eternauta", todos ellos secuestrados y desaparecidos por la última dictadura cívico militar.
La primera en desaparecer fue Beatriz con sólo 19 años, en junio de 1976. El 4 de julio de ese mismo año, Elsa se enteró por los diarios que los militares habían matado en Tucumán a otra de sus hijas, Diana, de 23 años, embarazada de seis meses. Su compañero, Raúl Araldi, también fue asesinado en agosto de ese año. Fernando, el hijo de ambos, fue ubicado por sus abuelos paternos. El 27 de abril del año siguiente secuestraron a Héctor en La Plata. La última en desaparecer fue Estela, Elsa se enteró porque le llevaron a Martín, el hijos de tres años, a quien habían secuestrado después de llevarse a sus padres. El día en que Estela fue asesinada, venía de despachar una carta en la que le contaba a Elsa otra tragedia: "Mamita, Marina hace un mes que no está con nosotros". Marina tenía 18 años y estaba embarazada de 8 meses.
Elsa tenía dos nietos, Martín y Fernando, y se incorporó a la institución y a la lucha de Abuelas en búsqueda de sus otros nietos apropiados por la dictadura. Su testimonio siempre fresco y reflexivo supo contribuir a la búsqueda de los nietos y a la construcción del derecho a la Identidad: "Mi lucha de todos estos años es para que mis nietos sepan la verdad. Por eso yo no hablo de restitución, sino de derecho a la identidad", decía.
La Secretaría de Derechos Humanos hace suyas las palabras de Abuelas e HIJOS, quienes la recordarán con alegría por los momentos compartidos, por su fortaleza y sabiduría. También lamenta que, como tantas Abuelas, Elsa se haya ido sin haber visto cumplido el sueño de encontrar a sus nietos.
En este sentido, más que nunca renovamos el compromiso de trabajar en pos de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, y por el derecho a la Identidad.