Carlos Mugica será siempre recordado por su compromiso y activa militancia social en la lucha por mejorar las condiciones de vida de los sectores más empobrecidos y carenciados. Adhirió incondicionalmente al Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, desarrolló su labor comunitaria en la que hoy es conocida como la Villa 31, donde fundó la parroquia Cristo Obrero. Reconocido peronista, el Padre Carlos Mugica diría el peronismo fue, es y será, si continúa fiel a sus esencias y desarrolla su entraña revolucionaria, el movimiento de redención social más formidable que ha conocido nuestra Patria. Enfrentó a los sectores poderosos en defensa de los más vulnerables, fue perseguido, amenazado y víctima de varios atentados. La tarde del 11 de mayo de 1974, al salir de la iglesia en la que terminaba de celebrar la que sería su última misa, fue emboscado y asesinado por quienes, luego se supo, eran integrantes de la Triple A. Hoy, 41 años después, "su ejemplo de lucha y su voz no han sido acallados", destacó el Secretario de Derechos Humanos, Daniel Badié.