Esta modalidad educativa atiende las necesidades y características específicas de los estudiantes en contexto de encierro. Garantiza la presencialidad, pero la resignifica en clave de sujeto adulto y ligado no sólo a la asistencia ni a cumplir un horario prescripto en forma descontextualizada. El aprendizaje es colaborativo y evita el aislamiento y la soledad que suele caracterizar a estos alumnos. La oferta educativa de los CEPJAs tiene un enfoque centrado en el estudiante. Es integral y flexible, y responde a las necesidades reales de esta población, antes y después de la liberación, además de atender las trayectorias individuales y la diversidad de la población. La Resolución Nº 118/10 del Consejo Federal de Educación establece los Lineamientos Curriculares para la Educación de Jóvenes y Adultos, y propone una estructura curricular modular que permite a los estudiantes acreditar contenidos por módulos, con el objetivo de que puedan continuar sus propias trayectorias en otros penales o en libertad, según corresponda.