El pedido proviene de dos escuelas puntuales: las Nº 158 y 152, de Corralito y Cerro Alto, respectivamente. "Este tema lo trabajamos diariamente, tenemos muchas escuelas albergues en lugares donde es difícil llegar y donde hay población que necesita que el Estado le garantice el derecho social a la educación de los niños", sostuvo la funcionaria. En la actualidad, el Estado rionegrino transporta a los alumnos a sus casas una vez cada 15 días. No obstante, las familias no están imposibilitadas de ir a las escuelas a compartir con ellos, a buscarlos y llevarlos a sus hogares. El pedido es que se amplíe el transporte escolar a todos los fines de semanas. "Y acá entran en colisión dos derechos: el de la educación y el de que los chicos estén con sus familias", explicó Silva. "Actualmente, los fondos públicos se distribuyen lo más equitativamente posible entre todos los habitantes de la Provincia y para todas sus necesidades; entonces, vamos air viendo qué podemos hacer para que estos niños sean felices, absolutamente felices, pero no somos los responsables absolutos de la felicidad de estos niños. Entiendo que los padres, abuelos y familiares directos tiene un rol muy importante", describió la titular de la cartera educativa. En 2015, el Gobierno de Río Negro invirtió más de 85 millones de pesos en el transporte escolar para toda la Provincia. "A mí me interesa que pensemos como sociedad en los temas de los derechos y hay algunos que deberíamos considerar con el énfasis que esto requiere. Si los papas no mandan los chicos a la escuela no les garantizan la posibilidad de ser socialmente activos y entender la complejidad del mundo en el que estamos viviendo. Para eso el Estado rionegrino garantiza las condiciones en todas las escuelas de jornada simple, completa y hogar -con residencia-", amplió la ministra. Todos los días, Educación y DDHH garantiza que más de 220 mil chicos y chicas vayan a la escuela, desde el jardín de infantes hasta los Institutos de Formación Docente Continua, un tercio de la población de la Provincia. "Si hay otro derecho que entra en colisión, como el derecho a que los niños estén con la familia, aquí los padres y las madres tienen que prever de qué modo acompañan a los chicos para que sean sujetos de este derecho; hay que poner en la balanza todas estas cuestiones. Hace pocos días, un medio de comunicación se hizo eco del tema y planteó este debate con una sola pata en la discusión y habría que ampliar a todos los condimentos que el tema requiere", puntualizó Silva para finalizar.