Mabel Colalongo era oriunda de la ciudad de Cinco Saltos, Río Negro. Durante la década del 80, participó del grupo de fiscales que se hicieron cargo de la causa 13/84, conocida como el Juicio a las Juntas. Además, fue la fiscal del primer juicio por delitos de lesa humanidad en Rosario, en la causa Guerrieri-Amelong. En los últimos años, tuvo una intensa tarea en causas por delitos de lesa humanidad en Rosario y el Cordón Industrial. Allí se destacó en los Tribunales Federales, como fiscal de juicios por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar. Entre su desempeño, se menciona la labor en el Tribunal Oral Federal Nº 1 de Rosario, donde fue la fiscal de la causa Guerrieri-Amelong que en 2010 condenó a cinco represores a prisión perpetua por crímenes cometidos en centros clandestinos de la zona. Posteriormente, estuvo a cargo de una causa en San Lorenzo, en el marco de torturas y secuestro que sufrió el ex sindicalista Manuel Casado, en marzo de 1976. Por tal hecho fue juzgado el intendente de facto Coronel Rubén Cervera, el secretario de gobierno, Horacio Maderna; y el asesor letrado del municipio, Pedro Alberto Rodríguez. Permaneció como fiscal del caso hasta 2013. En Rosario, también impulsó expedientes vinculados a desaparecidos enterrados como NN en el cementerio de La Piedad, a fin de avanzar en excavaciones en la necrópolis que permitieran que el Equipo Argentino de Antropología Forense pudiera identificarlos. Una de sus últimas actuaciones fue el caso de Franco Casco. A Mabel Colalongo se la recuerda como una incansable luchadora que dedicó gran parte de su vida a la investigación y a la búsqueda de verdad y justicia en las causas por delitos de lesa humanidad.